jueves, 7 de abril de 2011

¿Los oficiales son superiores, doctor?

En la Guardia Civil, igual que en cualquier otra organización, es evidente que tiene que haber una jerarquía para conseguir el correcto funcionamiento, y le aseguro que estoy plenamente convencido de que así tienen que ser las cosas, pero quisiera preguntarle algo, doctor; ¿la inteligencia, los conocimientos y el buen hacer, coinciden en su calidad con los sucesivos escalones de la jerarquía?, o dicho de otro modo, ¿es siempre más inteligente, sabe más y hace mejor las cosas un capitán que un sargento, por ejemplo? Le pregunto esto, doctor, porque continuamente tratan de hacernos creer que así es, aunque, sinceramente, tengo mis dudas sobe el particular, y esto me trae al recuerdo algo que voy a contarle.

El jefe de mi grupo de investigación, doctor, fue siempre un suboficial hasta que finalmente decidieron que debía mandarlo un oficial. Al poco tiempo de llegar el primer oficial que tomó el mando del grupo, la Escuela de la Policía Local de la provincia donde trabajo requirió al jefe de mi comandancia, como era habitual, para que enviase a dos componentes del Cuerpo con el fin de que impartiesen un cursillo a los policías locales sobre la especialidad en la que estoy destinado, y, casualmente, uno de los que siempre iba a dar esos cursillos como ponente era yo. De hecho, en distintos años, ya me habían llamado para al menos cinco cursos. La cuestión fue que cuando el nuevo segundo jefe de la comandancia se dio cuenta de que uno de los ponentes para el curso era un guardia civil raso se escandalizó, y de inmediato se puso en contacto con el flamante nuevo oficial de mi grupo, llegando ambos a la conclusión de que quien debía impartir ese cursillo era el oficial en vez del guardia.

Como es natural asumí perfectamente la imposición aunque lo sentí, pero no por mí sino por la Guardia Civil, porque sabía muy bien, doctor, que aquel oficial tenía unos conocimientos excesivamente básicos sobre el tema y que ni la Guardia Civil ni él iban a salir airosos del asunto.

Y así fue, doctor, lamentablemente así fue. El cursillo duraba cinco días y, en lo que a mi materia se refiere, había que impartir diez horas de clase que aquel oficial redujo a lo que tardó en leerles unos apuntes que fue cogiendo de aquí y de allá, lo cual no llegó ni a la cuarta parte de la duración del curso. El resultado final fue que la Escuela de la Policía Local nunca volvió a llamar a la Guardia Civil para esos cursos y a partir de entonces fue el Cuerpo Nacional de Policía el que se encargó de ellos.

Entiendo, doctor, que los oficiales, en su más profundo fuero interno, sientan el firme convencimiento de que, por el hecho de ser oficiales, forzosamente tengan que estar investidos de la divina ciencia infusa, y por tanto, de muchos más conocimientos que un guardia raso, y si así lo entiendo es porque sé que así se lo han enseñado en su academia, ¿pero no cree usted, doctor, que eso no tiene por qué ser necesariamente de ese modo? ¿Por qué algunos se empeñan en elevar su orgullo a la altura de su estupidez? ¿Realmente, doctor, los oficiales son superiores?

Cada día entiendo menos el sentido de la lógica de algunos mandos de la Guardia Civil, y eso, doctor, me desmoraliza y me aterra...

1 comentario:

  1. Yo también, doctor, pienso lo mismo. Lo curioso, doctor, es que muchos de esos Oficiales fueron primero simples Guardias que estudiaron y gracias a su inteligencia, memoria, apellidos o suerte, son ahora esos Oficiales doctor... Lo triste, doctor, es que otros muchos Guardias rasos, soldadesca o primera línea de batalla; no pudieron tener esa oportunidad por ciscunstancias de la vida (cuidado de hijos, falta de un buen apellido o mala suerte). ¿Son esos Guardias que no pudieron ascender menos inteligentes doctor? ¿O, si eran igual de inteligentes con el paso de los años se vuelven estultos...?. En todo caso doctor, me sumo al carro del que usted empuja y lo animo a seguir escribiendo. Un saludo, verde y raso.

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